El Alzheimer es una enfermedad que afecta a millones de personas alrededor del mundo. Afecta directamente las capacidades cognitivas del paciente, y ocurre de forma paulatina; por etapas. Es decir, el avance de los síntomas se verá poco a poco, y puede durar años para que alcance su etapa más severa. Es una patología progresiva, de la cual no se conoce cura. Detallemos más sobre sus síntomas, formas de tratamiento y etapas.

La enfermedad de Alzheimer afecta la memoria, y muchas otras funciones del cerebro debido a que se trata de un “encogimiento” del mismo. Existen tratamientos para poder aplazar un poco el avance, sin embargo, no es curable. La persona que sufra de Alzheimer tiende a olvidar todo, incluso en casos severos puede hasta olvidar su nombre y el de sus familiares.

Su origen aún no está totalmente claro, lo que si se tiene claro es que es una mutación genética. Concretamente, en los cromosomas 21, 14 y 1, los cuales están ligados a la formación de ciertas proteínas. La patología está en pleno estudio todavía, incluso en 2022 no se han encontrado métodos de frenarla.

Existen dos tipos de Alzheimer, ambos son de índole genética, y uno es más raro que el otro. La de aparición temprana puede aparecer mucho antes de los 65 años, pero no es tan frecuente. Por otro lado, la más común se conoce como Alzheimer tardío, e inicia después de los 65 años.

Ahora bien, las etapas del Alzheimer pueden ir apareciendo lentamente en la vida de la persona. Veamos detalladamente cada una de ellas.

Primera etapa, el Alzheimer leve

Esta etapa es clave para poder identificar si la persona tiene Alzheimer temprano o tardío. La persona tiende a olvidar pequeños detalles, por ejemplo ¿dónde ha dejado las llaves? O bien, nombres de personas, direcciones, o le cuesta organizarse. Parece ser algo común aparentemente, como cualquier otra persona, pero se debe estar atento con qué frecuencia suceden estos episodios.

Aunque no se puede detener la enfermedad, a través de un chequeo en esta etapa temprana se puede suministrar tratamientos para mejorar un poco la condición de la persona. Un neurólogo es quien debe realizar el estudio. Generalmente se trata con inhibidores de colinesterasa.

Etapa media, Alzheimer moderado

La etapa media de esta patología es la más prolongada de todas, ya que puede durar años. La persona puede realizar ciertas tareas, pero debería tener asistencias. Por ejemplo, no se recomienda que realice gestiones importantes, ya que puede confundir cifras, fechas y nombres. En determinadas ocasiones también habrá cambios de humor, podría molestarse y querer dejar de comer, o aislarse de la familia.

Otro aspecto de esta etapa es que la persona podría tener dificultades para demostrar ciertas emociones. Es extraño ver a una persona con Alzheimer avanzado el reírse a carcajadas o demostrar empatía.

El médico podría recomendar coadyuvantes del sueño ya que también los patrones de este se ven alterados. El paciente podría no conciliar bien la siesta durante la noche, y dormir de día, o simplemente dormir muy poco.

Etapa avanzada, Alzheimer grave

La última etapa de la enfermedad intensifica sus síntomas y se considera que ya es Alzheimer grave. La persona puede requerir de mayor asistencia, ya que su capacidad comunicativa se verá afectada. Un cuidador profesional podría ser necesario, sobre todo porque la persona necesita atención y cuidados para las tareas diarias.

La etapa avanzada va acompañada de pérdida de memoria de eventos recientes, capacidad de sentarse, o hasta de ingerir alimentos de forma normal.  Los pacientes también deben tener cuidados especiales respecto a su salud, ya que su sistema inmunológico se debilita y puede ser más vulnerable a infecciones.

Estas 3 etapas son duras en la vida de la persona, y de los familiares. Sin embargo, se puede mitigar un poco el avance de la patología con cuidados y tratamientos especiales. El estrés de todo el proceso también se puede reducir contratando cuidadores especiales que estén en casa y se encarguen de la higiene, y suministro de medicamentos del paciente.

Vale la pena darle la mejor vida posible a un paciente con Alzheimer. Existen cuidadores que pueden facilitar todo el proceso. Recuerda que aunque no se puede revertir el efecto de la patología, si puedes ayudarles a tener una sonrisa y disfrutar de todo su entorno de manera tranquila.